dimecres, 28 de juliol del 2010

Creo que el Parlament o se ha precipitado admitiendo a votación la ILP de los toros justo en este momento o aquí hay algo que huele mal. Me explico:

Pregúntenle a un antitaurino estas cuantas preguntas de sí o no:

-¿Al toro le hacen una escabechina a la altura de la parte alta del lomo cuando le clavan banderillas, varas de rejoneo, puya, etc.? El antitaurino diría: SÍ
-¿El toro sufre mientras le hacen todo esto? SÍ
-Al toro, cuando le clavan el estoque, ¿le atraviesan directamente y, con un poco de suerte para él, a la primera pulmones y corazón? SÍ
-Cuando ya está muerto el toro, ¿lo atan a tres mulas que se lo llevan a rastras hasta corrales, dejando un reguero de sangre en la arena de la plaza? SÍ
-A veces, encima, ¿no le cortan las dos orejas y el rabo para que el torero se pegue el paseíllo enseñándolos orgulloso a la gente de los tendidos, que le aplauden a rabiar? SÍ

Ahora pregúntenselo a un protaurino. Responderá exactamente lo mismo.

Una pregunta más: ¿Existen maneras menos crueles de matar a un toro? Los dos responderán otra vez: SÍ. Incluso se puede no matarlo.

La discusión viene cuando las preguntas dejan de ser de sí o no.
Si la pregunta es: Si esta manera de matar a un toro es tan cruel y se puede hacer de otra manera, ¿no deberían dejar de celebrarse las corridas de toros? Aquí el taurino apelaría a la tradición, al arte, a lo bien que vive el toro hasta ese momento, a que el toro de lídia sería un animal ya extinguido si no existiera esta tradición y hasta a la industria y la pasta que mueven las corridas de toros. Y el antitaurino esgrimiría términos como costumbres primitivas, derechos de los animales, el hacer espectáculo del terror y de la tortura, comportamientos bárbaros... probablemente se acabaría desnudando, tirándose un cubo de pintura roja por encima y pegándose unas banderillas sin punta en la espalda.
Y no habría manera de hacer cambiar de bando ni a uno ni a otro.

Así que es absurdo pensar que la votación de hoy, con sus intervenciones, con sus discursitos, en el Parlament, consistía únicamente en acabar aprobando una ley para el bienestar, la tranquilidad y el derecho a una muerte digna del toro de lídia. Había más. Se estaba hablando de abolir una tradición que hace mucha gracia a unos y maldita la gracia a otros, pero que es una tradición y que es un arte, cruel, sí, pero arte. ¿Se imaginan que vengan ahora a decirnos que van a quemar toda la serie "Los desastres de la guerra" de Goya porque constituyen una colección de imágenes demasiado crueles? Y ojo, no estoy equiparando una cosa a la otra; a fin de cuentas, Goya no iba empalando y descuartizando gente para luego dibujarlo y pasearse blandiendo los papelitos ante la ovación del público. Pero intenten imaginarse el debate que generaría la cosa: los goyinos diciendo "¡¡¡es arte!!!", los antigoyinos gritando: "¡¡¡es demasiado cruel!!!" ¿Les suena?

Lo que decía: la cosa no iba de asegurarle al toro una vida tranquila y una muerte digna. ¿Qué se hace en el Parlament? En el Parlament se hace política. Luego, ¿qué se estaba haciendo hoy en el Parlament? Política. Y además el de hoy era un tema delicado: se estaba votando la prohibición o no de una tradición arraigadísima en España. ¿Verdad que hace unas semanas, cuando se votó la ILP por una Cataluña libre de alimentos transgénicos, no hubo demasiado revuelo? Pues miren la que se está montando en cambio con la de los toros aquí y aquí , por ejemplo.

¿Se montó ésta cuando en Canarias, hace casi 20 años, también se prohibieron las corridas de toros? ¡Nop! ¿Nadie había visto que aquí sí que se montaría? Pemítanme dudarlo... Que estamos en periodo preelectoral, por Dios, que la gente acaba decidiendo su voto por este tipo de cosas que lo único que hacen es despistar, que esto es más viejo que la sopa de ajo: toros y fútbol-fútbol y toros, el opio del pueblo otra vez en dosis directas a vena.

Mañana no quiero ni abrir los periódicos. Muy triste todo.


¡¡¡VIVA!!! ¡¡¡OTRA COSA PROHIBIDA!!!

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Apple me manda un mail para presentarme el iMac más potente hasta la fecha.
Por lo visto, es éste:



Y yo pienso: ah, pues encantada, iMac más potente hasta la fecha. A la vez que pienso: Pero si es igual que todos... La "más potencia" debe de ir por dentro; debe de ser una especie de plus, de añadido, de "súper" puesto delante del iMac (el superiMac), de "mega" enganchado al nombre (el megaiMac), de "postiMac", de "requeteiMac"... Y me acuerdo de José Luis Pardo diciendo hace unos días que anhelaba el día que se acabara por fin la modernidad porque ya le hemos agotado todos los prefijos y esto hace tiempo que ha empezado a ser un coñazo (bueno, lo de coñazo lo digo yo).

Porque, a ver, ¿qué hay de nuevo? No sé ustedes pero yo, que este verano me quiero pegar el festival de la lectura, me he puesto a leer el tiempo perdido desde la primera página. Y voy leyendo y pienso: Después de esto, no hay poesía. Después de esto, NO HAY filosofía, no porque no pueda haberla en el sentido de "después de Auschwitz blablabla", si no porque simplemente NO LA HA HABIDO! Y por mucho que uno se empeñe en buscar cosas nuevas, ¿con qué se encuentra? Por favor, la Nocilla es más vieja que el collage!

Vale, un ejemplo más frívolo: me invitan a una fiesta este jueves al Museu Marítim, así que decidida a seguir la máxima de mi madre "La elegancia consiste en saber estar en cualquier situación", me pongo a buscar un vestido con motivos marineros (sí, yo hago estas conexiones de ideas tan papanatas). Lo acabo encontrando en una tienda de Riera Baixa por la que llevo un rato dando vueltas pensando: Después de los 60-70 NO HAY vestidos (dense una vuelta y lo comprobarán: todos distintos, todos bien cosidos, nada hecho en serie...). Y la dependienta me dice: "Espera que te arreglo el cinturón en un momento", y yo pienso: Después de las dependientas de toda la vida, ¡NO HAY dependientas!

Así que ya ven: ¿que hay que hacer el megaiMac del futuro? escóndanlo dentro del iMac que todos conocemos, ¿que hay que morirse del gusto leyendo? desempolven el París de hace casi un siglo, ¿que hay que hacer la fiesta del año? háganla entre goletas de hace siglos; ¿que hay que buscar un vestido nuevo? búsquenlo entre los de hace décadas.

Todo es post-, nada parece ser pre-. O igual es que lo preahora parece más sólido y, por tanto, invita más a agarrarse a ello en plan mantita de seguridad ante lo que pueda ser el postahora este que nos espera. Si es que llega a haber un postahora algún día.