dissabte, 18 de setembre del 2010

¿Han oído hablar del periodismo y del arte gonzo?

In gonzo journalism, there are no set rules (...). Thompson's own definition of it has varied over the years, but he still maintains that a good gonzo journalist "needs the talent of master journalist, the eye of an artist/photographer and the heavy balls of an actor" and that gonzo is a "style of reporting based on William Faulkner's idea that the best fiction is far more true than any kind of journalism"

¿Han oído hablar de Hunter S. Thompson? ¿Han oído hablar de Ralph Steadman? No lo sé, pero de Casey Affleck y de Joaquin Phoenix seguro que sí están oyendo hablar últimamente.

Affleck acaba de soltar en una entrevista al The New York Times, que "I'm Still Here" es una mentira y a éstos, a estos otros y a unos cuantos más les ha faltado tiempo para convertir esa declaración en la noticia que todo el mundo estaba esperando: El Phoenix hiphopero es una invención. Gran escándalo, vaya hijos de puta, están locos. Se acabó el morbo: fin de la historia.

¿Fin de la historia?

Lo que han hecho estos dos es muy grande. Estos dos les han dado en todo el morro a esa panda de melindrosos cursis del 3D que quieren hacernos creer que el cine es más real cuando te pones unas gafas y alucinas porque las patadas voladoras parece que te van a saltar los dientes. Estos dos sí que se han salido de cuadro enarbolando una pancarta que proclama lo corto que se quedó Stanislavski.

Escandalizarse porque "I'm Still Here" sea una mentira es como querer ponerle una denuncia a Jacques Cousteau por querer hacernos creer que el Nautilus de Verne existía de verdad y él mismo lo tripulaba.

La señoras que ahora se escandalizan porque Phoenix y Casey nos han vendido una historia que no era cierta y nos han vendido una persona en vez de vendernos un personaje, son las mismas que la emprenden a collejas por la calle con el actor que hace de malo en la serie de las tardes de TV3. ¿Ven la paradoja?

Deberíamos estar eternamente agradecidos a Phoenix y a Affleck por resucitar el género. Y deberíamos lanzar enfervorecidos hurras a Letterman por entrar -inconscientemente, dicen- al trapo en la historia con aquella mítica entrevista que concluyó con su gran frase de despedida al gran farsante hiphopero, sí, pero también todo menos farsante actor: "Joaquin, I'm sorry you couldn't be here tonight".