divendres, 20 de juliol del 2012

Perdonen que ayer me perdiera la mani pero es que yo ya estoy en huelga. Me pasa un poco como con los conflictos personales, que en plena crisis, cuando más debería gritar, pienso en lo poco que ha servido gritar en otras ocasiones, se me encasquilla el alma y si te he visto, no me acuerdo. Y así me luce, claro: solución de continuidad cero y luego todo es un vuelta a empezar y vuelta a caer en los mismos errores, hasta que una decide que no, que se acabó, que se rinde. ¿Me he rendido esta vez? No, me he puesto a mirarlo todo desde otro lado. Ha sido un poco idiotez porque desde otro lado no se veía nada.

Ayer, mientras todo el mundo (es un decir de la organización) se manifestaba, servidora estaba en la playa después de haber practicado la cosa de atacar la cultura por otro lado, ya se lo conté: le compré un libro directamente a un particular que no me cargó ni IVA ni nada: cinco euros me costó en total algo que debería valer mil, por lo menos, por la vigencia de la cosa que cuenta: son ensayos muy bien escritos sobre la modernidad, que lo es todo y es nada, que ponen en evidencia que desde hace casi treinta años hemos avanzado... pues lo segundo: nada.

Tenía un ojo en la mani, desde el otro lado, claro, que para algo tiene una un tresgé al cual seguro que le están metiendo ivazos también por algún lado, pero para esto de conectarme con la rabiosa actualidad, de momento, sí que no se me ha ocurrido otro modo. Inciso: la actualidad de la playa, por cierto, rabiosita en su justa medida: a mi lado, una madre diciéndole a su hijo que tendría que meter en la maleta la americana, que la tenía colgada en su armario, y el hijo en bañador contestándole que cuánta pereza le daba la americana; luego los dos quejándose de lo sucia que estaba la arena y diciendo a coro 'qué asco' cada vez que les pasaba cerca una paloma o un vendedor de cocos.

... Y yo teniendo el ojo en la mani. Me conecté al twitter de Ara Cultura y leí un par de referencias a la cosa nada más. Probé con el del Time Out, revista que se había erigido, pegatinas mediante, en mamporrera de la protesta por el lado cultural: solo piaban para promocionar las pegatinas, sus pegatinas bien promocionadas, sí señor. Las webs de los diarios no decían ni mu. El País, en rojo, exhortaba 'sigue la manifestación en directo', link que no llegaba a cargarse. Igual era mi tresgé, no lo sé, igual estaban colapsados, lo dudo.

Desde el otro lado, en el momento de autos, no se veía nada, que es lo mismo en euros que verá el autor del libro que me he comprado: esto es lo primero que hay que empezar a solucionar desde esta huelga que me he montado. Miren, decía que no había visto nada desde el otro lado pero resulta que sí, que he visto mucho trabajo y no es trabajo de hacer pegatinas precisamente. Así que pasado el momento de autos, me he metido esta mañana en las webs de los diarios oficiales del régimen.

100.000 personas en Madrid y entre 400.000 y 40.000 en Barcelona según El País; decenas de miles en Barcelona según La Vanguardia; los jefes de UGT y CC.OO. advirtiendo a Mariano Rajoy en el Ara, de que la democracia está en juego; 10.000 personas menos de las que marcharon en la mani contra la reforma laboral, según La Razón, que también da detalles muy concretos sobre un contenedor quemado en Madrid; y las broncas de Rosa Benito en Telecinco, según el ABC.

He visto claro que tenía que averiguar quién era Rosa Benito si quería enterarme de algo, luego he visto que no, que me estaba liando, que lo que realmente tenía que comprobar era, otra vez, de qué iba exactamente la manifestación, porque por la información que me estaban dando, bien se podía haber estado reclamando cualquier cosa: la retirada del bochornoso uniforme de los juegos olímpicos, la salida del euro, la dimisión de Merkel o el que se pongan de acuerdo de una vez con el puto corredor mediterráneo, la dimisión de Rajoy, el fin de ETA por si llegara a reaparecer, los derechos adquiridos de Tierra Santa o la no intervención en Irán.

Miren, ya sé que tengo mucho morro por haberme ido a leer la playa; ya sé que esto que digo no es nada popular, pero es que yo no soy popular, ya me lo dice la editora, y que esto que voy a decir aún lo es menos: si esta manifestación es, como claman los sindicatos, el prolegómeno a la huelga general, lo de Fabra ha funcionado: estamos bien jodidos. Estamos bien jodidos porque nos vamos a quedar en lo que siempre nos hemos quedado: en la pegatina. Y no basta, hace falta más, hay que mirar desde otro lado porque la vista aérea de la Via Laietana llena de gente ya es la enésima vez que la vemos, nos la sabemos de memoria y la seguiremos viendo una vez al año el día de la cabalgata.

Vengan aquí, igual no es tanta idiotez, y miren, en serio: como no se ve nada, se ve lo mucho que hay que trabajar. E, insisto, la cosa no va de hacer pegatinas.