divendres, 31 d’agost del 2012

Miren: ESTO es un gustazo en medio de todo el desastre. O sea, la gente que adora lo que hace y que encima lo que hace es bueno, y que no funciona de forma mecánica, y que no es egoísta con su trabajo, y que no va dándoselas de importante.

En la elaboración de este libro han participado Marisa, Joan, Ferran, Albert, José Luis, Eduard y Enrique. Yo he tenido la suerte de estar también ahí en el ajo.

Lo mejor es que creo que los dos amigos que lo escribieron (Charles Dickens y Wilkie Collins) estarían bien contentos de vernos tan contentos a nosotros ahora por tener de nuevo en las manos aquello que ellos escribieron hace un porrón de años.

Yo últimamente me estoy haciendo muy rica por todos lados con un tipo de activos de los que, según los hombres de negro, no cotizan nada de nada.

Once y media de la noche.
Un crío en el balcón de enfrente de casa, saltando encima de una garrafa de agua vacía. El ruido es infernal: como el que hace una botella de agua al ser chafada para meterla en la bolsa del reciclaje del plástico, multiplicado por diez y constante -un salto, otro salto, otro salto... así durante media hora; los críos, cuando se ponen a saltar son imparables-. Salgo al balcón, le llamo la atención, no me oye. Espero a los intervalos entre saltito y saltito y voy haciendo eh, sht, sht, nene, nene, de manera acompasada con su "música" -momento ridículo, me hace hasta gracia-. Por fin, para y me mira. No saltes, le digo, que haces mucho ruido. Sigue mirándome. Sale su madre, me mira y le digo: es que hace mucho ruido con la garrafa. Le da un soberano bofetón, le arrastra de un brazo para dentro de casa y, antes de que cierre el balcón, cortinas y todo, delante de mis narices, acierto a decir bajito: ¿gracias?

Joder.

Mi sobrina de dos años ha aprendido a saltar la valla de seguridad de la escalera de su casa. Mi hermana le ha hecho un vídeo, lo ha colgado en el facebook y todo el mundo comenta lo mona que es.

Y luego, de mayores, queremos entendernos todos; y luego, de mayores, hacemos todos como si nos entendiéramos.