dimecres, 19 de setembre del 2012

Hace unos días me acerqué a la paradeta de la editorial Labreu en la Setmana del llibre en català. Marc estaba solo. Le pregunté qué tal el verano -no nos veíamos desde Fontclara- y me dijo que mal, que se le había muerto un amigo. Yo pensé: Joder, qué bajón de conversación. Las cosas, cuando parten de una pregunta que se hace sin pensar y acaban en una respuesta tan de peso, tan importante para él por lo de la amistad y tan trascendente para cualquiera por lo de la muerte, dejan al preguntador en una especie de estado de jet lag momentáneo, de inmersión sin proceso de presurización y con bastante cara de tonto.

Hoy me he presentado en el Robadors 23 con la idea de escuchar el enésimo recital de Andreu Subirats y Diego Burián. Me esperaba Villon, me esperaba el bou y me esperaba a Diego haciendo las genialidades que hace Diego, que dan tanta risa. Me he encontrado con un homenaje a Felipe, el amigo muerto que me contaba Marc, que resulta que también era amigo de Sito.

Cuando Sito ha acabado de recitar la primera de Villon y ha dicho de qué iba a ir la cosa a partir de aquel momento -un montón de amigos saliendo a leer poemas en honor a Felipe-, he pensado, ¡zas!, ya estoy otra vez en una conversación que no es la mía. Luego han empezado a salir a recitar y, para mi sorpresa, no ha habido jet lag ni nada que se le pareciera. Ha sido emocionante, bonito y todo lo bueno que se les pueda ocurrir.

Entonces he visto que no estaban hablando de muerte todos estos, que estaban hablando de amistad. Y la amistad de la que estaban hablando era muy bestia. Y me gusta mucho no haberme mareado cuando han hablado de ese tipo de amistad; me gusta que ese tipo de amistad me resulte tan familiar.

Què sap lo bou del patiment de l'altre? No sé, ¿qué más da? Si lo que importa al final es lo que sap lo bou de l'amistat.

CAPVESPRES A LA PLAÇA

Los crits, la música, la joia,
la festa, l’emoció, lo bou,
lo berenar, lo dia que se’n va
i la plaça que exclama el temps de l’estiu.

La plaça de carros i taulons
és una festa just després
del berenar: anguila en suc
i estofat de bou, vi de la terra.
Polseguera i llum esbiaixada,
los valents que arramblen
i els crits d’esverament.
Tot fa festa, també la trista
xaranga que ara sí, ara no, acompanya.

Hi ha qui creu que l’animal patix,

Què sap lo neci del patiment de l’altre!

Què sap lo bou del patiment de l’altre!

(Andreu Subirats),