divendres, 30 de maig del 2014

Se me han juntado las noticias de Can Vies con las de la eliminación del autobús 14, el que iba hasta el Poblenou pasando por el centro, me ha salido la filosofía completica del plan de usos de este nuestro Ayuntamiento y me he asustado.

Lo de Can Vies, a estas alturas, ya deben de conocerlo todos; lo del 14, igual no: han decidido quitarlo, el autobús, porque van a poner una de aquellas líneas ultrasimplistas con las que el Ayuntamiento anda redibujando ese mapa nuevo de la temebé que viene a decirnos a todos que, en Barcelona, o vas a la playa o subes al Park Güell.

Total, que el 14 era el que cogían las señoras del Poblenou para ir a comprar a la Boquería, y ahora andan ellas ofendidas perdidas reclamando el servicio, aunque de eso no se ha enterado casi nadie porque estas, por no tener, ya no tienen ni autobús que quemar.
(Ahora, después de tan flamígera afirmación, es cuando, para ir con los tiempos que nos marcan las tan demagógicas tertulias, yo tendría que decir aquí que estoy muy en contra de la violencia y tal, pero, mira: voy a pasar.)

Que se me han juntado las dos noticias, digo, en parte porque he empezado a tirar del hilo de lo que dice esta aquí. Dice que los okupas le dan mucha rabia; y explica así tan trascendental afirmación: "Tant que em costa a mi pagar les coses, em rebenta que alguns es creguin amb el dret de tenir-les de franc."; motivo que retoma para terminar: "si ningú no pagués el lloguer, la llum, l’aigua i el gas del seu habitatge o dels seus espais de lleure, no podria funcionar ni el nostre sistema, ni el seu ni cap." Y ha sido al leer esta última frase cuando he pensado que, según los parámetros que establece esta chica en su redacción, la ciudad acabaría siendo enterita para el mejor postor; que es lo que está siendo porque es eso lo que están haciendo Trias, el Ayuntamiento y hasta la Generalitat. A esto apunta la redacción, pero ella se para antes de llegar ahí. Y no sé, pero yo, que también pago las cosas, he querido pensar un poco más allá y he visto en seguida que no somos nada, ni ella ni yo, comparadas con los guiris que bajan a la Barceloneta a meterse un paellón por el que van a pagar un pastón, mientras nosotras y las señoras del Poblenou nos lo hacemos en casa con arroz bomba y los langostinos que ese día tengan de oferta en el mercat, siempre y cuando hayamos podido llegar.

Y he pensado, para terminar, que igual hay que darle un par de vueltas a esto de la rabia que dan los okupas, porque los siguientes en la escalera de la no rentabilidad somos nosotros: los que solo pagamos alquiler, luz y gas, y vamos al mercat en uno de esos autobuses que ya nos han empezando a quitar.